A partir de mañana, 20 de abril, en muchas oficinas y despachos la mascarilla dejará de ser obligatoria y con este paso, volveremos a vernos las caras como antes de marzo de 2020. En teoría. Porque la realidad es que estos dos años nos han cambiado, nos hemos acostumbrado a reuniones por videollamada, con distancia, con mascarilla y casi no nos acordamos cómo eran las caras de algunos de nuestros colegas, proveedores o clientes más cercanos.
Además, es importante tener en cuenta que muchas personas no quieren dejar de llevar mascarilla, bien por miedo al contagio o por el motivo que sea y es importante no hacerles sentir incómodos en este proceso.
Por eso, vamos a darte unos pocos consejos para lidiar con esta nueva vieja realidad.
1. Respeto. Estos días se está hablando del Síndrome de la cara vacía: la ansiedad que genera el mostrarse de nuevo ante los demás. Si este es tu caso, tómatelo con calma, nadie te está obligando a quitarte la mascarilla; los expertos coinciden en que ir poco a poco para recuperar la confianza es fundamental. Y si este no es tu caso, recuerda que el resto de las personas no tiene por qué lanzarse a ir sin mascarilla, dales tiempo y espacio. No es necesario que les convenzas, ya están haciendo su propio proceso.
2. Atento a los gestos. Torcer la boca, morderse el labio o incluso bostezar son gestos que hemos podido hacer de extrangis, protegidos por la capa de invisibilidad que nos otorgaba la mascarilla. Ahora, tendremos que ser más cuidadosos y recordar que nuestra plena expresión facial está a la vista de todos.
3. Sonríe. Por el contrario, es el momento de volver a sonreír con fuerza, déjate llevar y muestra una sonrisa franca, que invite a otros a sentirse cómodos contigo. Quizá así ayudes al que todavía no quiere dar el paso.
4. No te sorprendas demasiado. Hay gente a la que has conocido con mascarilla y no sabes cómo es su cara en realidad, quizá una videollamada te ayudó a hacerte a la idea, pero no hay nada como una charla cara a cara. Puede que no sea cómo esperabas, pero tampoco es necesario que se lo hagas saber. Actúa con naturalidad, la sinceridad en estos casos está sobrevalorada.
Esperamos que con estos sencillos consejos no solo consigas una transición más sencilla en esta nueva situación, sino que colabores en que todo el mundo se sienta cómodo en una oficina sin mascarillas.